domingo, 12 de febrero de 2012
Cállate. Cállate. No quiero escucharte, no quiero oir como te despides ni ver cómo te alejas, prefiero taparme los oídos y cerrar bien los ojos, porque si no ven, yo no siento. O eso dicen. Que prefiero pensar cosas que a ti no te agradan, que prefiero negarme lo innegable e intentar lo imposible a darlo todo por vencido. Y mentiría, mentiría si te negara que no pienso en ti, que si me pongo a pensar bien sigo sin aceptar que ya no te necesito, que estoy mejor sin ti, que no me acuerdo de que ahora mismo tendríamos que estar hablando por teléfono y rememorando ciertas cosas, pero ¿de qué sirve? ¿De qué? Si tu ya te has ido, y al fin y al cabo, ya no vas a volver...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)