domingo, 2 de octubre de 2011

No duelen las palabras,

solo depende de la persona de las que vengan.

Las cosas claras, y el chocolate espeso

¡Que quede bien claro quién dijo eso!







El rencor, no fue mio.
- ¿En que estás pensando?
- No quiero que te vayas, nunca. Prométeme que no lo harás...
- Te lo prometo.


 (Y en el fondo, tenías razón. Siempre estarás aquí, conmigo, en el lugar de donde nunca te has ido. En el puesto nº 1 del ranking de amores inolvidables)