martes, 29 de mayo de 2012

Llegará el día en que sonría al pensar en ti. Llegará el día en que no me duela recordarte ni verte con otra. En que no eche de menos hablar contigo ni decirte que te quiero. Llegará el día en que alguien me haga sentir la mitad de lo que tú lo hiciste. Llegará el día en que no pases por mi mente.
Pero el día en que te habré olvidado, el día en que pase por tu lado y no sienta absolutamente nada, el día en que sienta por alguien más de lo que sentí por ti... Ese día, no llegará.

sábado, 14 de abril de 2012

Ha habido una tormenta. Todavía no ha llegado la calma.

Me siento en la arena y hago círculos con las yemas de mis dedos. Escribo mi nombre, pero el tuyo se lo han llevado las olas. A ver si sube la marea y me lleva a mi también a cualquier sitio. Me da igual dónde, pero lejos, lejos de aquí, que la distancia me haga olvidar que ahora somos cómo extraños, como dos personas que se cruzan por la calle un día cualquiera, de un mes cualquiera, de un año cualquiera y se miran cómo eso… Otra de las personas que habitan este mundo, otros ojos del montón, otra sonrisa de la que sale un hoyuelo a la derecha. Somos dos extraños. Y extraño es que antes te pareciera la sonrisa más bonita del universo.

¿Y quién se ha llevado los momentos que nos quedaban? ¿Quién se llevo los besos que me prometiste? No, no le eches la culpa al mar. 

Estrella,

EN MI CIELO YA NO BRILLAS....

domingo, 8 de abril de 2012

KNOCK-KNOCK-KNOCKING ON HEAVEN'S DOOR

Para ti,

para mi, para este corazón que no descansa, para mis ganas de quedarme hoy el día aquí tirada escribiendo mierdas.
Y esto es ser fuerte, ¿verdad? Mírame, díselo a las lágrimas que van mejilla abajo, díselo a mis ojos que no pueden ver más allá de ti.
Ey, está bien, llámame estúpida por querer engañarme, por decirme que es mejor así, sin ti, a volver a querer algo contigo, porque ahora mismo querría decirte todo lo  que soy capaz de escribir, pero sin embargo tengo el móvil a un metro de distancia para no hacerlo, porque llevo meses sin mirar lo que escribes ya que tengo demasiado miedo como para hacerlo. Grítame lo imbécil que soy, como solías hacerlo, vamos. Pero no me digas que soy fuerte, porque lo único que intento es buscar la forma de salir de esta, ¿o no lo ves? Te odio. Te odio, pero te echo de menos, tú ganas, te echo de menos, y ganas 5-0 porque lo hago demasiado,
¿Sabes qué? Puede que no te quisiera bien, que me saliera mal como todo lo demás, porque ya sabes que soy sumamente torpe, pero te quería como supe, cómo solo yo podía quererte y como nadie volverá a hacerlo. Quise cada uno de tus lunares, y cada una de tus mentiras...