Hoy siento que no tengo fuerzas para mantenerme en pie, asique me tumbo en la cama, cierro los ojos e imagino. Aquella tarde esperándote, aquellos ‘te quiero’ sin venir a cuento. Me acuerdo de cuando hacías enfadarme un poquito, ‘peleábamos’ y nos reíamos. Todos los numerosos nombres que teníamos. Imagino tu risa, y sonrío yo también. Ahora que tengo los ojos cerrados… Pienso que ya estarás con otra, que nisiquiera te acordarás de mi, que me habrás olvidado. Pienso que esos besos ya no serán míos, pero no lloro… ¿Lo ves? Estoy dejando que te vayas. Por favor, ¡CORRE! Corre antes de que vuelva a ponerme en pie e intente mantenerte a mi lado, corre antes de que vaya detrás tuya a cogerte de la mano. Corre, pero por favor, no te des la vuelta para despedirte.