Miedos.

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una....Pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes, como pueden serlo todas las familias del mundo:
Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño. Miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás...
Y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido...
Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca.

Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo....Y entonces, me he dado cuenta de que últimamente,yo ya no tengo miedo.

Planes para siempre, amor.

-¿Dónde vamos esta noche?

+Llévame de fiesta, bueno, mejor llévame a la playa a tumbarnos en la arena y ponerle nombre a cada una de las estrellas, que solo los entendamos tu y yo, y después llévame a dar un paseo en moto, que el aire me de en la cara y se me queden los pelos de loca, que tenga que agarrarte bien fuerte. Quiero que después me lleves a tomar un helado…¡Ah! Lo quiero extra de chocolate y sirope, después… piérdete, pero llévame contigo, que no nos encuentren nunca, ¿de acuerdo? Y quiero ir al cine y ver una comedia, y reirme de todo aunque no me haga gracia y que tu lo hagas conmigo y también quiero ir Paris, a conocer a Mickey aunque sea un estúpido y subir contigo a la torre Eiffel y allí decirte lo bonito que se ve la ciudad, y después añadir que ‘la verdad, todo es precioso cuando estoy contigo’. Y que me lleves cogida de la mano por Roma, a poner el candando. ¿Sabes qué quiero también? Que me beses a cada minuto, y que me digas lo mucho que me quieres entre beso y beso, entre cada abrazo o caricia, y cuando ya no nos quede aliento, hacer el amor y dormir abrazados, y al despertarnos pasarnos el día viendo películas y comiendo porquerías, haciendo creps, manchandonos y acabar como cerdos, y ‘sin mas remedio’ meternos en la ducha, y quiero…

-Eso es demasiado para hacer en una noche, no nos dará tiempo...

+No te preocupes amor, tenemos una vida por delante.

Bienestar personificado.

Esta vez no voy a decirte lo que quiero, porque creo que eso ya lo sabes. Esta vez no te diré que es lo mejor, al menos no para mi, que estoy muerta, que tu me revives (No hace falta estarlo para sentir que no tienes vida). Dime, ¿Por qué? Todavía no logro comprenderlo. Un simple por qué bastaría. Y ahora explícame como acostumbrarme a esto, como hacer para no llorar cada vez que te recuerdo, para que todas las canciones del mundo no vallan dedicadas a lo nuestro, para que cuando vea tu foto no se me caiga el alma a trozos, y me ponga a recordar en todas las cosas que hemos perdido. Mira... yo no quiero acostumbrarme, no puedo acostumbrarme a no tenerte, ni a que sonreir no sea por tu 'culpa'...Lo siento, pero no podré, yo no podré olvidarte, ni puedo esperar a que un día lo haga. No puedo confiar en ti, me dijiste que lo hiciera, que creyera que dentro de una semana iba a estar mejor, y mírame, estoy como el primer dia, sigo pensando en ti como lo hacía hace una semana, sigo queriéndote como lo hacía hace un mes.




Pd: Tampoco quieras saber mucho de mi, voy a sentir lo mismo hoy, mañana o dentro de un año. En el fondo, lo siento, pero no puedo... Espero que me entiendas, o al menos lo intentes.

Un día 'cualquiera'...

Ahora estoy caminando, son impulsos de mi mente ¿Sabes a dónde quiere ir?

Yo creo que si, donde hoy, 9 de abril deberías aparecer, abrazarme y decir ‘Hoy solo quiero estar contigo’ y entonces yo te llevaría a tomar un helado, pero yo, caprichosa querría el tuyo, te mancharía la cara y despues te pediría perdón entre risas. Tal y como yo he imaginado incontables veces. Pero las cosas nunca pasan como uno quiere.
Seamos realistas, tú no vas a venir.

Me siento enfrente, mirando a ese mirador con la esperanza de que aparezcas. Ilusa. Ya son 5 horas, llevo esperandote aquí sentada 5 horas.

De vez en cuando empiezo a llorar, me prometí que aquí no lo haria… Y mirame. La gente pasa y se me queda mirando, preguntandose qué es lo que hago mirando tanto el móvil, pero la verdad, me da igual. No me paro a pensar en lo que crean los demás. Mi mente no va más allá de lo que he perdido, de esperar a que mi movil suene de nuevo, quizas con tu voz, con las palabras que quiero escuchar…

Y de que vengas…

18:00; todavía tengo la esperanza de que aparezcas.